Jonathan Monk. Waiting for Famous People (Curt Cobain). 1997. Fotografía color. 20 x 30 cm.
«Es la mañana /de mañana».
Siempre me intrigó cómo hace la gente para saber si una fiesta “va a estar buena” o no. Por la gente que va, te dicen, pero, les respondo, la gente todavía no fue, así que tal vez te dicen que van pero después les pinta quedarla y estás vos solo, “dancing with yourself”.
En algunas calles de Colón (Entre Ríos) vi acequias como las de Mendoza. Estaban más secas y sucias que las cuyanas, pero gozaban de la misma cualidad pintoresca, ese estar ahí sin razón aparente (porque en la otra cuadra ya no estaban). O podría pensar que estaban, sí, pero tapadas por la vereda. Lo cual es más inquietante aún.
Después en una esquina había unos pibes, tomando birra. «Los pibes de la esquina», están here, there and everywhere.
Yendo por el camino de tierra hacia la ciudad (una le dijo al del camping, «¿para ir al pueblo?» y el tipo se ofendió) se nos cruzó una liebre que anduvo como cinco minutos adelante nuestro, persiguiendo su propia sombra que tiraban las luces altas del coche. «A ver, poné las bajas»; ahí se apartó al lado del camino y se perdió en la noche.
Las cortinas solo sirven para hacerte dormir más. Cuando no tenés, o no son tan gruesas, te despertás con el sol. Me parece lo ideal: siempre que paso algún tiempo en lugares así me siento mejor, al levantarme temprano. Ser el primero en desayunar, el primero en ir a la playa y cuando volvés a la casa los otros están yendo y te dicen «¿no venís?» Ya fui. Qué fenómeno.
¿Cuándo empieza “mañana”? Las noches de joda estiran el día hasta lo inimaginable. A las 0 horas, la fiesta está en pañales. Podría decirse que alrededor de las 2:30 empieza a ponerse interesante, para llegar a la cima a las 3 o 3:30. ¿Cuándo empieza “mañana”? Cuando salís, a eso de las 5:30 o 6, si no cayó la cana y la cortó antes, te golpea la realidad en la cara, envuelta en viento, frío y soledad. Imaginemos que estás presentable, apto para volver con la frente en alto a tu casa (la casa de tus padres). Te metés rápido en la cama, tratando de no tirar nada. Ufff. ¿Cuándo empieza “mañana”? Te despertás al día siguiente (¡ahí!) y te das cuenta de que solo pasaron unas horas desde que estabas bailando, chupando frío, viajando solo en el colectivo, durmiéndote sin despertar sospechas, el día anterior. ¿Ayer? El mañana, como decía Lennon, nunca sabe.